Por: Licda. Laura Barrantes Requeno, 2020
Turismo es un concepto que para el 2020 ha cambiado. El mundo se ha detenido y el turismo también.
Para algunos ha sido una pausa, para otros un cambio, para algunos otros, una oportunidad de iniciar algo nuevo. Lo que si tenemos claro es que, todo ha cambiado y debemos mirar hacia adentro, para componer lo que esté roto, si es que lo está, para abrazar ese sentimiento de seguir adelante luchando por alcanzar las metas que ahora han cambiado.
El turismo, como lo conocíamos, ya no volverá. Ahora tenemos otra forma de hacer turismo, otra forma de viajar, otra forma de comunicarnos con el mundo, otra forma de divertirse en cada lugar que vistamos y sobre todo de quién nos acompaña en este nueva realidad. Hemos cambiado con el mundo, hemos visto la importancia en las pequeñas cosas que antes no valorábamos; ahora vemos los colores más brillantes, los sonidos son más hermosos, el aire… el aire es más fresco. De ahora en adelante nuestros viajes serán introspectivos, con un respeto profundo por la naturaleza, la cultura, las personas y, sobre todo, la paz. Una paz que nos genera tranquilidad para poder disfrutar cada día, todo lo que nos rodea disfrutando del tiempo que aún tenemos siendo libres.
A partir de ahora, los viajes serán centrados el ser y no en el tener, en el hacer y no en el perder, en el dar y no en el recibir, disfrutando cada detalle de nuestra experiencia. En adelante acumularemos conscientemente momentos más que objetos. Este es un nuevo turismo consciente, responsable, integral, es un turismo que nos genera bienestar, que sus múltiples atributos nos ayudarán a reconectar y restaurar nuestra mente, cuerpo y espíritu como uno solo y que además seremos parte del engranaje para beneficio de cada destino visitado.
Este turismo, cuyas actividades y servicios deben regirse por principios que buscan el balance entre lo cultural, ambiental, social y económico. El turismo del descanso, de la relajación, de lo saludable, de la tranquilidad, de la inspiración y los pensamientos positivos y sobre todo el turismo sin prisa. Un turismo que debe beneficiar a los que lo disfrutan, pero también a quienes lo ofrecen. Un turismo que nos debe transformar. Este es el Turismo de Bienestar.